El medio ambiente natural está trastocado desde la aparición de campos electromagnéticos artificiales. En los últimos tiempos se ha producido un espectacular aumento del fondo electromagnético, originado por líneas de transporte eléctrico, transformadores, antenas emisoras de telefonía, radio y televisión, radares, aparatos eléctricos, teléfonos móviles, teléfonos inalámbricos, electrodomésticos, etcétera, dando lugar a lo que podemos denominar: contaminación electromagnética.
Nos encontramos sometidos constantemente a radiaciones artificiales de forma indiscriminada, a pesar de los consabidos riesgos que ello supone y, lo que es más grave, de hecho continúa aumentando sin ninguna clase de control, pues la ausencia de legislaciones coherentes con la problemática permite esta exposición incontrolada. Por todo ello, podemos afirmar que el delicado equilibrio del medio ambiente natural ha sido substancialmente alterado.
En los países industrializados gran parte de la población está expuesta, en mayor o menor medida, a campos electromagnéticos potencialmente peligrosos para la salud. Esta exposición sucede tanto en las viviendas como en el lugar de trabajo e incluso en calles, parques, escuelas, geriátricos y hospitales.
El umbral de riesgo viene marcado por la sensibilidad o predisposición personal, aunque existen unos valores límite orientativos, concebidos en base a las investigaciones independientes realizadas. Si bien, en principio, cualquier variación de los niveles de radiación natural tiene un efecto biológico sobre los organismos expuestos.
El aumento desenfrenado de focos emisores de contaminación electromagnética ha añadido nuevos factores de riesgo para la salud de las actuales generaciones y para las futuras, ya que este tipo de contaminación puede afectar a la información genética.
Nos encontramos sometidos constantemente a radiaciones artificiales de forma indiscriminada, a pesar de los consabidos riesgos que ello supone y, lo que es más grave, de hecho continúa aumentando sin ninguna clase de control, pues la ausencia de legislaciones coherentes con la problemática permite esta exposición incontrolada. Por todo ello, podemos afirmar que el delicado equilibrio del medio ambiente natural ha sido substancialmente alterado.
En los países industrializados gran parte de la población está expuesta, en mayor o menor medida, a campos electromagnéticos potencialmente peligrosos para la salud. Esta exposición sucede tanto en las viviendas como en el lugar de trabajo e incluso en calles, parques, escuelas, geriátricos y hospitales.
El umbral de riesgo viene marcado por la sensibilidad o predisposición personal, aunque existen unos valores límite orientativos, concebidos en base a las investigaciones independientes realizadas. Si bien, en principio, cualquier variación de los niveles de radiación natural tiene un efecto biológico sobre los organismos expuestos.
El aumento desenfrenado de focos emisores de contaminación electromagnética ha añadido nuevos factores de riesgo para la salud de las actuales generaciones y para las futuras, ya que este tipo de contaminación puede afectar a la información genética.
La contaminación electromagnética es tanto o más importante que la contaminación química, con los siguientes agravantes:
1- Se habla poco o nada de ella.
2- Es muy difícil de detectar, sólo vemos los daños que produce sin asociarlos a su real causa.
3- Para los gobiernos, empresas, corporaciones y grupos de poder es inconveniente que lo sepas.
4- Se genera desinformación y confusión a propósito, para mantener desinformado al público.
Entre las fuentes de dichas Energías Negativas, podemos mencionar:
1- Ondas y antenas de radio y televisión.
2- Tecnología Wi-Fi.
3- Antenas de telefonía celular y teléfonos celulares.
4- Plantas productoras de Electricidad y Estaciones de transformación de energía.
5- Cableado eléctrico, y torres, cajas y líneas de Alta Tensión.
6- Transformadores eléctricos.
7- Instalaciones eléctricas hogareñas defectuosas.
8- Radiaciones emitidas por: celulares, microondas, televisores, videojuegos, aires acondicionados, computadoras, monitores, heladeras, calefactores y demás electrodomésticos.
9- Vías de transporte electrificadas
10- Radares, etc, etc, etc.
2- Tecnología Wi-Fi.
3- Antenas de telefonía celular y teléfonos celulares.
4- Plantas productoras de Electricidad y Estaciones de transformación de energía.
5- Cableado eléctrico, y torres, cajas y líneas de Alta Tensión.
6- Transformadores eléctricos.
7- Instalaciones eléctricas hogareñas defectuosas.
8- Radiaciones emitidas por: celulares, microondas, televisores, videojuegos, aires acondicionados, computadoras, monitores, heladeras, calefactores y demás electrodomésticos.
9- Vías de transporte electrificadas
10- Radares, etc, etc, etc.
Entre los efectos nocivos principales encontramos:
Dolores de cabeza, fatiga matinal, depresión, stress, irritabilidad y agresividad, insomnio, pérdida de memoria, retardo en la toma de decisiones, mente en blanco, palpitaciones y vértigos, ansiedad, pérdida de vitalidad, disminución de la actividad sexual, pérdida del apetito, alteraciones cardiovasculares, alteraciones en el ciclo menstrual, opacidad del cristalino, lesiones oculares, alteraciones endócrinas, alteración del sistema sanguíneo y de la inmunocompetencia, aumento del riesgo de leucemia, aberraciones cromosómicas, alteración de los mecanismos celulares e infracelulares, abortos y malformaciones durante la gestación. Y la lista sigue…
condenando a nuestros propios hijos.
condenando a nuestros propios hijos.
Consejos para disminuir la exposición a los Contaminantes Electromagnéticos
- Determinar la distancia a la que se debe encontrar de los emisores de Contaminación Electromagnética hasta lograr el nivel de 2,5 mG.
- Reubicar los muebles, especialmente aquellos en los que se está más tiempo, lejos de los emisores de CEMs como la luz fluorescente, calentadores, etc.
- Los dispositivos eléctricos deberían ser examinados con un medidor antes de ser comprados en la tienda y se debería determinar cuáles son los de menor emisión electromagnética.
- Consulte con un electricista calificado que pueda reconocer la pérdida de radiaciones en el hogar.
- En caso de sospechar de la existencia de elevada radiación proveniente de líneas de energía cercanas al lugar de residencia, se puede informar a las autoridades correspondientes para que tomen medidas.
- Reducir la pérdida de radiación del monitor de su computadora. Para ello deberá ingresar al Panel de Control, encontrar “Ver Propiedades” y allí hacer clic en el Protector de Pantalla y marcar la casilla de Espera de Baja Energía. Seleccione la cantidad de minutos para que se active el modo de espera y clic en Aceptar. Con esto, el monitor se apagará en el tiempo determinado, con una salida de radiación cercana a cero cuando no haya actividad en el teclado o el ratón (mouse). Para volver al modo anterior, sólo deberá presionar cualquier tecla o mover el ratón. Esta medida es mejor que los protectores de pantalla, ya que no reducen la radiación o el consumo de energía.
- Y por sobre todas las cosas, UTILIZAR ORGONITAS.
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Usá una orgonita en el dormitorio de tus hijos y en el tuyo, en el cuarto de estudio, en oficinas y lugares de trabajo. Al lado de computadoras, televisores, microondas y demás electrodomésticos. ¡Al poco tiempo notarás la diferencia! Mayor vitalidad, mejor descanso, menor irritabilidad, ambientes libres de energías negativas. En resumen, una mejor calidad de vida.
Regalá orgonitas a tus amigos y familiares.
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